Comunicado de Prensa: Participación y Aportación a la Reglamentación Profesional

Participación y Aportación a la Reglamentación Profesional
Hace 61 años se fundó la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR). Desde entonces la APPR ha sido la organización principal que han tenido los psicólogos y las psicólogas del país para propiciar su desarrollo profesional mediante la incorporación de los avances en la disciplina a la práctica profesional. La APPR tiene una larga trayectoria en sus gestiones hacia la reglamentación de la práctica de la psicología en Puerto Rico. Un ejemplo de lo anterior es que para el inicio de la década del 80, antes de que se aprobara la Ley Núm. 96 de 1983, la Asociación, ante la dilación de la reglamentación de la profesión por parte de la legislatura, instituyó la Junta de Certificación Voluntaria (JCV) que fue presidida por el Dr. Gabriel Cirino. Mediante esta acción proactiva de la Asociación, la JCV llegó a expedir certificaciones de las credenciales profesionales de sus asociados que así lo solicitaron. Con la aprobación de la Ley Núm. 96 se instituyó la Junta Examinadora de Psicólogos de Puerto Rico.
Desde entonces la APPR ha mantenido firme su compromiso con los/as profesionales de la psicología del país de servir como instrumento para el desarrollo de las competencias profesionales a través de su programa de educación continuada que se estableció desde antes que fuera un requisito de ley. Mediante el ofrecimiento de las actividades educativas que incluyen seminarios, talleres y certificaciones a un costo accesible para los asociados/as, la APPR se asegura de cumplir con esta función formativa de la clase profesional.
Desde los inicios de la APPR, todas las Juntas Directivas han mostrado un interés por mantener vínculos con la Asociación Americana de Psicología (APA) y también ha querido mantenerse en contacto con el conocimiento producido sobre la psicología en otras partes del mundo, por lo cual ha mantenido lazos con la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). Distinguidos/as colegas puertorriqueños/as han formado parte de los directorios, tanto de APA como de la SIP. Además, la APPR ha apoyado publicaciones de investigaciones de reconocidos autores a través de becas de publicación de libros y la Revista Puertorriqueña de Psicología, con proyección internacional. Estos vínculos, sin lugar a duda han contribuido e influido al desarrollo teórico de la disciplina y al mejoramiento de la práctica profesional. En este sentido, podemos afirmar que la APPR ha promovido y contribuido a que la enseñanza y práctica de la psicología en Puerto Rico cumpla con los más altos estándares de la profesión.
La APPR ha desarrollado a través de la historia iniciativas específicas dirigidas a establecer guías para la calidad de diferentes actividades profesionales. Ejemplos de ello son: las Guías profesionales para la evaluación psicológica (1991) para prescribir las mejores prácticas para realizar las evaluaciones y los Estándares para el trabajo e intervención con las comunidades LGBT (2014). Por otro lado, en mayo de 2007 se aprobó en asamblea extraordinaria la revisión del Código de Ética de la APPR. En esta revisión del Código de Ética se prestó atención a los cambios emergentes de la sociedad puertorriqueña, a la diversidad cultural, al surgimiento de las nuevas tecnologías y a la perspectiva de género como instancias que impactan y estructuran la práctica de la psicología.
Entendiendo la importancia de adecuar la Ley 96 -que regula la práctica de la profesión en el país- al momento actual, desde el 2013 la APPR inició un proceso a estos fines. El mismo incluyó el desarrollo de un borrador de un anteproyecto de ley que fue sometido al escrutinio de profesionales y estudiantes de la profesión mediante reuniones a lo largo de la Isla (a las que asistieron centenares de personas) y a través de medios electrónicos. Debido a la falta de consenso sobre áreas medulares recogidas en el borrador del anteproyecto, el presidente de nuestra Asociación, Dr. Julio Santana Mariño, comisionó a un grupo de profesionales con una trayectoria reconocida en el país, para analizar detalladamente el insumo recabado durante el proceso de consulta. Este grupo llegó a la conclusión de que el borrador del anteproyecto, según articulado, no era la mejor alternativa para abogar por cambios que respondan responsablemente a los intereses de nuestra profesión y de las personas a quienes la psicología sirve.
Así las cosas, la Junta Directiva de la APPR respalda las gestiones de su Presidente por responder a los mejores intereses de nuestra clase profesional y reflejar un proceso transparente y democrático. Sabemos que nos queda una larga trayectoria por recorrer. Construiremos los nuevos caminos con el insumo de las nuevas generaciones de psicólogos y psicólogas que se forman en las diferentes corrientes y escuelas de pensamiento en la psicología. Queremos que en el diálogo entre las distintas ideas se continúe desarrollando la psicología que pueda dar cuenta de las mejores prácticas para la comunidad que recibe nuestros servicios y el desarrollo pleno de los profesionales de la psicología. Creemos que es posible.
-Junta Directiva de la Asociación de Psicología de Puerto Rico