5 Consejos para manejar nuestras emociones ante la emergencia

En nuestro diario vivir, usamos palabras como emociones o sentimientos para referirnos a estados de excitación que producen alteraciones físicas en nuestro cuerpo, pensamientos de bienestar o malestar y conductas relacionadas a estos estados.
Ante la situación de emergencia que llevamos viviendo en Puerto Rico desde hace ya un mes, resulta normal que hayamos experimentado emociones como el miedo, la tristeza y el coraje. Cada una de esas emociones, tiene una función que nos lleva a movernos para proteger nuestra vida, reflexionar o buscar ayuda y defendernos de un peligro. Sin embargo, cuando las emociones afectan nuestra capacidad para concentrarnos, relacionarnos con otras personas y realizar el trabajo que nos genera el sustento, son un aviso de que nos estamos alterando más allá de lo aconsejable y debemos buscar ayuda profesional.
¿Qué podemos hacer para mantener nuestro balance emocional mientras continuamos viviendo en un estado de emergencia que constantemente amenaza nuestro sentido de bienestar personal?
Maneja adecuadamente tus preocupaciones. Identifica las consecuencias que esta emergencia tiene para ti y tu familia. Comienza estableciendo prioridades para los asuntos que puedes atender desde tu acción o tu influencia y actúa en ese orden. Los asuntos que se encuentran fuera de tu control, ocupan tu mente e impiden que te muevas a atender los asuntos importantes.
Intenta vivir el aquí y ahora. Disfruta el momento mientras te preparas racionalmente para lo que puede suceder. Evita anticipar ansiosamente o de manera irracional el futuro.
Cuida tu red de apoyo. Procura mantener contacto con tus seres queridos y personas de confianza. Ellos suelen ser nuestra fortaleza en momentos de dificultad.
Ayuda a otras personas. Piensa en las maneras en que puedes ayudar. Puede ser el acompañar una persona que se encuentre sola, llevarle comida, recoger escombros o jugar con los niños y niñas de tu vecindario. Ayudar a otros estimula la compasión o amor por el prójimo, la pasión y la satisfacción.
Busca ayuda profesional. En algunos momento es normal desanimarse, sin embargo, si notas que no es posible mantener un estado de ánimo que te ayude a mantener tu interés en progresar, continuar actuando desde lo que puedes controlar y manejar el estrés de la situación, es momento de buscar ayuda.