Comunicado de Prensa | Prevención del Suicidio

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos la tasa de muerte por suicido aumentó desde el 1999 en un 30% (CDC, 2018). La Comisión de Prevención de Suicidio del Departamento de Salud de Puerto Rico (2017) establece en sus datos más recientes, publicados de manera preliminar en diciembre 2017, que durante el 2017 se registraron 253 muertes por suicidio en Puerto Rico. Durante el 2017 hubo un aumento en un 29% en los suicidios en el país, observándose un aumento luego del Huracán María (https://www.univision.com/puerto-rico/wlii/noticias/huracan-maria/tras-un-alza-en-suicidios-en-puerto-ricoconsejeros-visitan-a-victimas-del-huracan-maria). El alza en suicidios tanto en PR como en EE. UU. deja de manifiesto la crisis de salud pública que representa la problemática del suicidio y la necesidad de continuar recalcando la importancia de buscar ayuda.
La semana pasada, en Estados Unidos, dos conocidas celebridades se quitaron la vida, lo que provocó una serie de publicaciones que reaccionaban al tema. Popularmente la gente piensa que dar publicidad a ese tipo de noticia pone en peligro a quien ha contemplado quitarse la vida. Sin embargo, la literatura demuestra que funciona a la inversa. Mucha gente que ha contemplado el suicidio, al ver este tipo de noticias, reconsideran y buscan la ayuda que necesitan. Según el director de la Línea Nacional para la Prevención del Suicidio, las llamadas de personas con ideas de quitarse la vida han aumentado en un 25% desde que se conocieron las noticias de los lamentables decesos de las celebridades. Una de las posibles razones para este aumento es porque se habla abiertamente del problema.
El suicidio es un acto desesperado de un ser humano ante su sentido de impotencia o desesperanza, causado por factores psicológicos, así como por estresores ambientales y sociales. Condiciones de salud mental, tales como la depresión y el abuso de sustancias, así como pérdidas recientes (p.e., trabajo, familia, pareja) son factores de riesgo.
La persona con ideas suicidas no ve opciones ante su situación, piensa que las cosas no van a mejorar, que no vale la pena seguir intentando. En realidad, no quiere morir, sino que quiere detener el dolor emocional que siente y escapar del mismo. Posiblemente no solicite ayuda, aunque quisiera recibirla. Por el contrario, se crea una visión de túnel donde la persona no piensa en el impacto que su acción tendrá en sí mismo, ni en sus seres queridos, familiares, amigos y conocidos. En muchas ocasiones, consideran que son una carga para sus familias.

Frecuentemente, la persona que decide terminar con su vida ha dado señales de su intención. Estas señales implican cambios drásticos en conducta, que pueden incluir pérdida de interés en el trabajo, la escuela y/o los pasatiempos; regalar sus objetos más preciados; aislarse; hablar sobre su muerte o el suicidio; haber intentado previamente quitarse la vida, entre otras. Ante estos signos, frecuentemente las personas a su alrededor se inhiben de hacer la pregunta directa “¿estás pensando en suicidarte?” por temor a que la misma sea el agente activador de la acción suicida. Investigaciones han demostrado que eso no es así; más aun, que preguntar a la persona puede provocar una conversación en la que se le facilite ver opciones ante su crisis y dirigirle hacia dónde buscar ayuda. Si una persona refiere que tiene pensamientos suicidas, es importante ayudarle a buscar ayuda psicológica. Tanto la depresión como las ideas suicidas son tratables y responden muy bien al tratamiento. Contribuyamos a preservar la vida.
Para prevenir el suicidio, la Asociación de Psicología de Puerto Rico te exhorta a lo siguiente:
De conocer a alguien con ideas suicidas, ofrécele apoyo; escucha y permítele que hable; pregúntale qué puedes hacer por ella; ayúdale a conseguir ayuda profesional; evita la tentación de ofrecer consejos, contar tu propia historia o minimizar el evento; no entres en controversias, argumentos o sermones; no le dejes sola si está en medio de una crisis o en un riesgo inmediato de suicidio; llama al 9-1-1 o llévala a una sala de emergencia psiquiátrica inmediatamente.
Si la crisis ocurre en el lugar de trabajo, informa de inmediato al supervisor y activa el protocolo de seguridad; en caso de agresión o intento suicida, llama al 9-1-1; acompaña a la persona afectada en todo momento; comunícate con Recursos Humanos y/o con el Coordinador del Programa de Ayuda al Empleado. Es importante que la persona afectada reciba la atención psicológica necesaria.
Si tú tuvieras pensamientos suicidas, habla con alguien, dile a un profesional de la salud, visita a un psicólogo o psiquiatra, busca ayuda hoy. En una crisis, llama a la Línea PAS (Primera Ayuda Sicosocial) al 1-800-981-0023, o al 9-1-1.
Para más información pueden comunicarse llamando al (787) 751-7100 o escribiendo a info@asppr.net.