Terapias afirmativas y LGBTTQ+: ¿de qué se trata?
Alfonso Martínez-Taboas, Ph.D.
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Margarita Francia Martínez, Ph.D.
Durante las vistas públicas en el senado, relacionada a la discusión del proyecto 184, se planteó el suplantar las terapias de conversión por terapias afirmativas. En este escrito explicaremos por qué los profesionales de la salud mental están endosando este tipo de terapia. Para propósito de este escrito utilizaremos el término prácticas afirmativas ya que las mismas pueden cubrir también asuntos de evaluación psicológica.
Comencemos con un dato indubitable: a nivel mundial la comunidad LGBTTQ+ es de las que más reciben discrimen, discursos de odio, estigma social, prejuicios malsanos, exclusión, y agresividad física y verbal. Esto ha sido confirmado en innumerables estudios internacionales. De hecho, aún en 71 jurisdicciones del mundo se penaliza a la persona LGBTTQ+ y en 11 países se plantea la posibilidad de ser ejecutados por el estado. O sea, ser LGBTTQ+ es peligroso para la salud física y mental.
También sabemos que personas LGBTTQ+ tienen una prevalencia alta de ansiedad, depresión, aislamiento, abuso de sustancias, intentos suicidas y otras angustias mentales. ¿Cómo explicamos esto? El modelo de estrés de minoría, propuesto por el psicólogo social Ilian Myers en el 2003, ofrece una explicación rigurosa. Cuando una persona o una comunidad son una minoría en una sociedad, y en ésta la persona es rechazada, demonizada y percibida como una amenaza, la persona es marginada de los disfrutes y beneficios de una sociedad. Adicional, sufre una descarga de discursos de odio y exclusión. El modelo de estrés de minoría deja ver claramente que una persona no puede florecer en una sociedad en donde se le coartan sus derechos y es despojado de su humanidad.
Las prácticas afirmativas son la respuesta terapéutica cuando una persona LGBTTQ+ llega a nuestro consultorio a pedir ayuda psicológica. Se han llegado a definir en la literatura científica como estrategias basadas en elementos cognitivos conductuales, acercamientos centrado en el cliente, acercamientos multiculturales y acercamientos basados en la evidencia que promueven una identidad más coherente y auténtica y desarrollo de autoestima saludable en los miembros de la comunidad LGBTTQ+.
¿Qué caracteriza estas prácticas? Las prácticas afirmativas incluyen muchos componentes, pero uno de los más importantes se refiere al terapeuta. Este debe crear un ambiente terapéutico seguro, en donde se ofrezca aceptación, afirmación y validación de las fortalezas, experiencias e identidades del cliente. Adicional, el terapeuta presenta un ambiente no-patológico y de apoyo al cliente, en donde la relación terapéutica es una colaborativa y empática. También resulta vital que el terapeuta explore sus actitudes y valores relacionados a la comunidad LGBTTQ+, ya que un terapeuta con homofobia y prejuicios heterosexistas difícilmente sea de ayuda. Sin embargo, a pesar de las mejores intenciones, el proceso de ser un terapeuta afirmativo es uno que requiere amplio conocimiento de las dificultades sociales, políticas y religiosas que enfrenta esta comunidad día a día, como también la adquisición de destrezas clínicas que faciliten su implementación.
Se ha planteado además que un terapeuta afirmativo deberá adherirse a tres principios: 1) competencia cultural y aceptación de diversidad de orientaciones; 2) focalizar en fortalezas ya existentes en sus clientes, y procurar desarrollar bienestar psicológico y 3) mantener un acercamiento centrado en el ambiente en el que se desenvuelven sus clientes.
Más allá de la relación terapéutica, en las prácticas afirmativas se facilita la exploración de la orientación e identidad LGBTTQ+, se discuten mitos y errores sobre la comunidad LGBTTQ+, se confrontan mensajes internalizados de homofobia, se afirma la identidad y orientación LGBTTQ+, se discute cómo enfrentarse con efectividad a los estigmas sociales, y se desarrolla el sustento de una visión de mundo en donde se validan las afirmaciones y evaluaciones positivas personales y la de los miembros de la comunidad LGBTTQ+. Adicional, en las prácticas afirmativas el terapeuta reta el discrimen y opresión social, ayuda al cliente a crear resiliencia y habilidades de afrontamiento y facilita la conexión del cliente con organizaciones que ofrecen apoyo y sostén a personas de la comunidad LGBTTQ+. Si es necesario, el terapeuta puede buscar consultoría o supervisión para incrementar su competencia terapéutica.
El resultado de estas terapias es la reducción de síntomas emocionales, la auto-aceptación, la validación de la identidad del cliente, el incrementar afrontamientos efectivos ante el prejuicio social, y promover la salud y el bienestar del individuo.
Las prácticas afirmativas se dirigen y aspiran a la meta de fomentar sociedades donde florecen los derechos humanos: crear un ambiente seguro, de comprensión, de apoyo y de equidad a personas que son minorías en una sociedad. Esta es la manera de crear sociedades inclusivas, en donde el odio, discrimen y prejuicios no tienen cabida.